Hoy estuve en una reunión de trabajo con una compañera que es bióloga. No sé por qué, terminamos hablando de sus prácticas en el anfiteatro. Para quienes no lo conocemos, es un espacio destinado a estudiar los muertos. Los que han recorrido estos lugares, afirman que están cargados de olores fuertes, piscinas de formol donde flotan cuerpos y practicantes universitarios con ganas de vomitar.
Mi colega me decía que somos simples empaques. Hablaba de lo impresionante que le resultaban los cortes de un humano en dos partes. Decía que perder la tridimensionalidad resultaba revelador, en la medida que nos mostraba simples, objetivos y pasajeros.
En la tarde me llamó ese amigo que todos tenemos, un ser completamente opuesto, que ha hecho todo lo que quisiéramos haber vivido. Ha follado hasta el cansancio con infinidad de hombres, en infinidad de espacios, bajo innumerables circunstancias. Ha escapado de su casa, ha recorrido parte del mundo, ha bailado en los lugares más sombríos de la ciudad. Ha renunciado a más de una profesión para luego comenzar otra. Ha vendido su cuerpo, se ha enamorado sin amar, lo han amado sin que él ame.
Desesperado me dijo hoy en la tarde por whatsapp que las cosas se han salido de curso. Que la policía lo escoltó de su casa a un hospital por una sobredosis. Que se había escapado del hospital (o eso fue lo que yo entendí). Todas esas ocasiones en las que corrí detrás para ayudarlo, como cuando la policía lo detuvo por intentar abrir el carro de un hombre que le gustó, o como cuando escapó de casa; retomo, todas esas ocasiones, me enseñaron que la gente, de manera inconsciente elige su destino.
Esta vez no le respondí justificándolo. Fui sincero y le dije que éste era el límite, que si daba un pasito, se caía. No sentí tristeza, al contrario me invadió una calma parecida a la sabiduría. Y comprendí la fragilidad de la vida y la objetividad de la muerte. Esta ocasión, martillaba mi cabeza una oración: "Los huesos no son fieles memorias de cómo hemos amado".
¿A quién habrá amado él? A su madre, estoy seguro.
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