Hay un mundo afuera, lleno de peligros y velocidad.
A world whose fear is married with life.
Una sociedad ansiosa por devorarte,
individuos perdidos en el éxtasis de las luces
que reflejan los ojos de la noche.
Hay un mundo allí adentro,
en el tamborilero corazón que en su inocencia
no distingue el miedo de la excitación,
ni el fuego ,de la fiebre,
ni la velocidad, de la angustia.
A boy whose tears are married with love.
Más allá de las murallas se escucha todavía
el resonar de una voz universal
expandiéndose
a través de historias
y personajes destartalados...
De enamorados
embaucados por el destino
y licenciados por la posteridad.
A wall whose ears are made of words.
En el murmullo de las calles,
estoy yo, que junto al rugido de la vida,
vengo a enjaularte en pensamientos.
A mascullarte entre palabras que prometan
definirte para que cuando la asfixia llegue,
sea mi caos,
la única ventana por la que huir
sin mirar atrás.
A door whose chaos is made of you.
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2 comentarios:
En el murmullo de las calles debe ser posible algún tipo de hogar, no refugio, sino plaza pública, lugar junto al fuego, playa, senderos, pradera..., amigos con quienes acompañar la Vida más acá de cualquier muralla donde la axfisia no sea vocablo conocido ni haya ventana o ventanas por las que huir.
Los hay pero no hacen ruido. Salvo las brazas, el crujir de la madera y las risas. Ese lugar se llama hogar y queda donde se reunen quienes se aman.
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