viernes, 6 de abril de 2012

Pude haber sido corista, quizá pude haber viajado por sobre los océanos y haber recitado palabras en idiomas difuntos; pude haber sido espía encubierto, a lo mejor hubiera descubierto patentes de EEUU y hubiera desmantelado proyectos secretos de Europa oriental, oriente medio y Corea del Norte; pude haber sido violinista, tal vez estaría frente a un auditorio sintiendo como las melodías de Paganini desafinan medio tono mis cuerdas; pude haber sido biólogo y haber trabajado con fundaciones que protegieran esas zonas recónditas de la geografía suramericana que amo; pude haber sido intérprete, quizás estaría en Sudáfrica hablando en un arcaico holandés.


Sin embargo... No soy ninguna de esas cosas... Y noches como ésta tengo que ignorar las estrellas y chocar mis ojos con fórmulas sujetas a ser reevaluadas, métodos académicos basados en la memoria, personas que no aman enseñar y sujetos cansados de "intentar" aprender.

¿Por qué elegí este camino?

Creo que todos nos hemos preguntado eso alguna vez...

5 comentarios:

Blackmount dijo...

a veces tenemos miedo de arriesgarnos y abandonar lo conocido y lo familiar porque añoramos tener una seguridad aunque sea en un oficio que desdeñamos. Pero la verdadera seguridad no existe y la vida es más que vivir sin esperanzas para el futuro.

Elena P.G. dijo...

A veces es difícil entender ciertas decisiones que tomamos. Pero sabemos que siempre podemos intentar averiguarlo, seguir o dejarlo todo y volver a empezar.

JP dijo...

Por que antes de ser... cuando hacías parte de la perfección del universo, decidiste que este camino era el que mejor te ayudaba en tu evolución.

Vía Morouzos dijo...

Quizá habría que situarse en todos los momentos en que se tomaron todas las decisiones que te llevaron a él... Pero, lo mejor de todo, es que siempre podemos decidir otra cosa. Siempre hay alguna puerta, o ventana (-: Un abrazo, Vicky!!

Garsil dijo...

Buenas tardes... Quién soy,
escogí el camino
o está finamente trazado,
igualmente quería ser pero no lo soy
estar en un tiempo y espacio extraño,
y pensar... y estar... y ser...
¡Dios lo pone, dónde uno debe estar!
Gracias