martes, 1 de mayo de 2012

Luciérnaga


Adoro esa palabra, su sonido... La cadencia que tiene, se asemeja a una cascada. Recuerdo que en la finca de mis abuelitos paternos, en los caminos arenosos, una vez caía la tarde, se las veía incandescentes por los matorrales. Mi mami me contaba que cuando pequeña las atrapaba... Son verdaderamente enigmáticas. En la finca de un primo, pude descubrir que había más insectos luminiscentes. Descendiendo por unas escaleras, en medio de la hierba, pude notar cómo un gusano se asemejaba a un tren fantasma: brillaba por todo su cuerpo.

Quizás algunos momentos de la vida son así... Cuando se nos acaba toda esperanza, de repente y sin sentirlo, pequeñas lucecitas llenan nuestra vista.


García, G. (s.f.). Biblioteca de Investigaciones. Recuperado el 1 de Abril de 2012, de http://bibliotecadeinvestigaciones.wordpress.com/astronomia-2/las-estrellas/


2 comentarios:

Elena P.G. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elena P.G. dijo...

A mí también me maravillan las luciérnagas: farolillos con patas.
Si no los buscas, ellos te encuentran a tí. Como lo que dices de la vida: de repente, la luz.
Besos