Te perdono. Te perdono los buses que demeritan de los ciudadanos, las calles estrechas, los drogadictos empantanados. Te perdono la improvisación, la ignorancia y la crueldad. Te perdono los octubres tristes, mi adolescencia oscura y mi juventud pesada.
Te lo perdono todo pero déjame ir.
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1 comentario:
La magia de tu escritura está en llevarnos a lugares sensitivos maravillosos! Escribe, Vicky, escribe. En ese momento Ella te permite ;-)
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