Bogotá a veces parece tan pequeña como la cabeza de un alfiler. Los sábados amenaza con el caos y los domingos se hunde en mares de sol. Ciudad fría, de gaviones y pocas gaviotas. Ciudad mía, tan íntima y tan triste.
Miserables en la polvareda de días eternos y noches insomnes. Colpatria desde el norte, Colpatria desde el sur. Serenos senderos verdes, barrios de peligro.
Agua tibia, posición fetal y mañana me levanto a ver si la urbe ya se derrumbó.
miércoles, 23 de abril de 2014
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1 comentario:
Un texto breve que permite con toda claridad hacerse una idea de tu sentir ante esa ciudad tuya de la que hablas. Me ha encantado la sinceridad y belleza de tu trazo.
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