No lo soñé, el cielo desde nos despedíamos, lo recuerdo bien, era azul turquesa. Se movía como si fuese el océano y arremedaba la paz del espacio exterior.
No lo imaginé, el solano que atestiguó nuestras palabras muertas, susurraba leve y profundo un clamor con color a ultramar.
No lo sospeché, ni siquiera lo imaginé... Ahí estaba... el cielo que nos vio nacer hizo su última invocación.
Tú y yo, a la orilla de la noche navegamos entre estrellas para alcanzar el más allá.
ICVG
martes, 25 de junio de 2013
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2 comentarios:
El cielo, la noche, el sol, las estrellas, el más allá...y vosotros dos.
Los viajes siempre perduran...
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