Le pido a este año una licencia para la locura, un permiso para perder el sentido común, una autorización para volar sin mapas... Le pido al caballo un poco de su gallardía, de su majestuosidad y nobleza. Quiero con las fuerzas que me faltan trazar trayectos a mundos donde los niños fantasiosos y los adolescentes enamorados aún no han llegado. Deseo regar mi aroma por los campos monocromáticos y las casas engolfadas en desvanecimientos verdes.
Estoy ávido de aventuras silvestres con aromas de páramo. Me sueño con el tacto, la piel; los ojos, la vista; la lengua, el gusto; los oídos, la audición; la nariz y el olfato. Porque yo soy el mar que aún no ha inundado el ignoto microcosmos humano, yo soy el agua que fluye sin caballeros, sin licencias y sin miramientos. Quiero ser un vendaval.
3 comentarios:
¡Que tus deseos se hagan realidad: mar, viento, luz, escritura!!!!
lleva tu vendaval a donde tus pies te lleven y no deja detras piedra sobre piedra
Me uno a tu petición , Vicky. El 2013 también me quitó horizontes, me pegó leches por todas partes, me tiró al suelo, me puso una montaña encima, pero este 2014... Sé que me alzaré sobre ella y volveré a respirar. ¡Un abrazo fortísimo, compañera!
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