Me queda la sonrisa de mi madre,
los secretos que susurré, las flores lila. Me quedan las películas en las que lloré y los hombres que amé hasta quemar mis entrañas. Me queda el miedo paralizante y la alegría que fusila los problemas. Me queda la angustia que callé y la soledad que no compartí. Me queda... Me quedan las personas que me quisieron conocer. Me queda el rocío de la mañana y la angustia de no ver a mis seres queridos cuando llegara a casa. Me quedan los ángeles en los que creí, mis adversarios y el cansancio de intentar y no lograr. Me queda la sensación de triunfo y reconocimiento. Me quedo con el enamoramiento, el amor, la amistad y la alegría.
Me quedo con la sonrisa de mi madre.
1 comentario:
:) No he podido evitar pensar en la mía y en la sensación tan maravillosa que se siente cuando te abraza. Besos, Vicky.
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