viernes, 22 de marzo de 2013

A Vicky

Vicky:

Hoy te agradecer por escucharme morir, dormir, llorar y sollozar. Por estar ahí cuando mis padres me dieron la espalda, una vez salí del clóset. Gracias por oír los alaridos de mi corazón y ver en mí algo más que  un sujeto raro.

Eres grande, secaste mis lágrimas cuando los demás callaban y calmaste mi rabia, cuando los demás juzgaban. Eres perfecta, porque no existes, no lo serías si existieras. Eres perfecta porque eres yo sin serlo, porque si lo fueras completamente, no lo serías.

Eres poeta, cuentera, escritora, lo que se te antoje ser. Mi ventana para volar como bruja por entre las madreselvas que escalan en silencio las cortinas. Eres soñadora, amiga y confidente... 

3 comentarios:

Elena P.G. dijo...

Es una especie de alter ego. Necesario para vivir, sobre todo cuando vienen mal dadas...

Pd: me encantó lo de las madreselvas que escalan las cortinas y la palabra "cuentera". ¡Qué bonito!!!!

Vía Morouzos dijo...

Gracias, Vicky... porque sin pretenderlo pusiste voz a instantes que invadieron mi pulso, arropaste con tu compañía momentos de soledad, y hoy, te echaría de menos si faltaras... No un mucho, un muchísimo. Gracias, Vicky. Un abrazo.

JP dijo...

Ella es el "Yo" cuando el Yo no puede hablar.

Ella es la válvula de escape cuando la ciudad de las mil caras parece tragarte.

En ella se refugian la poesia, el humor, el disgusto, el anhelo y la consolación cuando dan ganas de desaparecer.

Ella escribe, yo la leo en silencio,