lunes, 4 de marzo de 2013

Amantes de tres segundos


Vienen y se van. Nos miran, se acercan, nos saludan. Quizás uno de ellos sea el indicado, sin embargo se va. Se marchan eternamente a una de las calles que habitan los ángeles suicidas, es decir los bogotanos.
 
 
Vienen y se van. Capturan nuestra atención,  hacen deambular nuestros ojos y nuestros corazones palpitan. Y se largan, como las estrellas de la estación seca.
 
 
Vienen y se van. Nos enseñan algo de la vida con palabras contadas. Comparten nuestro anonimato, nos alteran las fibras, nos hacen vibrar uno por uno los órganos del cuerpo. cuando nos distraemos se desaparecen, se esfuman como el polvo taciturno.
 
 
Vienen y se van. Los amantes que no tocamos se refugian en la incógnita. Venidos de otra dimensión dejan caer un guiño en nuestros labios, nos ofenden con su compresión de lo no dicho. Y se esfuman, eclosionan en huevos invisibles rumbo a otro sol.
 
 
Vienen y se van. Perdidos, siempre perdidos; son abejas que devoran la miel de la ansiedad. Siembran deseo por doquier... Las eternas lagunas de las mañanas frías socavan lo no dicho. Los seguimos, los perseguimos... Queremos cambiar el destino.
 
 
Vienen y se van. Los eternos soldadores de universos... Se van en buses, bicicletas, naves espaciales, transbordadores y nos dejan con el corazón en la mano.

5 comentarios:

Elena P.G. dijo...

¡Qué bonito!!!!
Me encantó sobre todo "ángeles suicidas", "se largan como las estrellas de la estación seca" y "los soldadores del universo".

Desconcierto dijo...

vaya texto Vicky...qué preciosidad...

un abrazo

Desconcierto dijo...

vaya texto Vicky...qué preciosidad...

un abrazo

Ms. bus stop singer dijo...

Me tocó tu texto... Que se quede al menos uno, para amarte cada uno, esa que vive en tu corazón.

Vía Morouzos dijo...

¡Genial, Vicky! La incógnita junto a un qué más da si nos hace sentir. MARAVILLOSOOOOO!!