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jueves, 31 de marzo de 2011
GOMENASAI
Por todo lo que he callado, por todo lo que he hecho... Por todo cuanto ha salido de mi boca... Por eso que te duele en la memoria, por no entender que atravesabas por una situación difícil, por creer que resistirías mi veneno, por creer que podrías ser igual que yo.
Caminaba mirando y una estrella se asomaba al fondo del cielo, en ese momento me pregunté ¿por qué existo?
Perdón, perdón por todo... Perdón por negarte el amor que merecías, perdón por no darte suficiente... Perdón por olvidar... Perdón por no recordar... No recordar que éramos un@
martes, 29 de marzo de 2011
Mi vide se reduce a los tréboles que sembré en mi cuarto (en realidad nacieron solos) con vista al oriente, hace poco florecieron.
Mi vida se reduce a decirle a ella y a decirle a él, te quiero cada vez que puedo.
Mi existencia es el temer la muerte, por abandonar a quienes quiero.
A la memoria, al recuerdo de quienes amo... Y no están conmigo.
Mi caminar se reduce a dilucidar en las paredes el variopinto panorama de una sociedad.
Mi vida se reduce a mis peluces, a enviarles besos antes de partir.
Mi diario vivir se enraiza en los atardeceres que puedo ver, en ese puentecito entre los dos edificios desde veo con nostalgia el sol y esa pendiente de los cerros que invoca a los dioses.
Mi vida se reduce a que el agua llegue transparente, a que el sol sea tibio... A que los viernes pueda reir en paz con quienes quiero.
Esta pequeña vida, quizás nadie la recuerde... Tal vez alguien... Es mi tesoro y todo lo que tengo en esta experiencia como ser humano.
Más de una vez intenté decir adiós a la existencia, hoy día... Es tan absurdo... La paso tan bien con lo grande y lo pequeño de amanecer...
mi vida es las estrellas, que no son más que reflejo de mi ser.
Mi vida se reduce a decirle a ella y a decirle a él, te quiero cada vez que puedo.
Mi existencia es el temer la muerte, por abandonar a quienes quiero.
A la memoria, al recuerdo de quienes amo... Y no están conmigo.
Mi caminar se reduce a dilucidar en las paredes el variopinto panorama de una sociedad.
Mi vida se reduce a mis peluces, a enviarles besos antes de partir.
Mi diario vivir se enraiza en los atardeceres que puedo ver, en ese puentecito entre los dos edificios desde veo con nostalgia el sol y esa pendiente de los cerros que invoca a los dioses.
Mi vida se reduce a que el agua llegue transparente, a que el sol sea tibio... A que los viernes pueda reir en paz con quienes quiero.
Esta pequeña vida, quizás nadie la recuerde... Tal vez alguien... Es mi tesoro y todo lo que tengo en esta experiencia como ser humano.
Más de una vez intenté decir adiós a la existencia, hoy día... Es tan absurdo... La paso tan bien con lo grande y lo pequeño de amanecer...
mi vida es las estrellas, que no son más que reflejo de mi ser.
lunes, 28 de marzo de 2011
8 de espadas
Inmaculada en tu cegera deambulas entre sueños,
Eres presa de la vida, desconoces tu sendero
El tacto es adverso...
Eres tú la que canta
Esperando en la resignación de la no luz
Invocas pensamientos
Perderlo todo o persistir
Eres tú la que canta, en medio de tal rito
Sacrificio anticipado, voluntades cegadas
¿Dónde están los oros lisos?
Fuego en la mente, dios entre puñales
Eres tú, eres tú la que tiene el poder
Eres tú la invencible
Eres tú la mariposa
Eres tú la que no sabe todo esto.
domingo, 27 de marzo de 2011
sábado, 26 de marzo de 2011
Lo que más me gustaba de este lugar, eran las estrellas plasmadas en ese techo azul intenso y el cofrecito dorado al fondo, el cual guarda un misterio inexplicable para mí.
Cargada de historias, ha visto tanto... Para muchos recuerdo de fiestas, de amor, de dolor, de sudor...
A mí sólo me recuerda los globos de colores
Y aquél furtivo que volaba entre las nubes
viernes, 25 de marzo de 2011
El mar
Pasaba sus dedos casi imitando el movimiento de las olas de ese océano traidor. La sal corroía el puerto. El cielo en su eterna y mágica soberbia embriagaba a los amantes. Su color violeta simulaba las constelaciones más lejanas vistas en filtro azul. Caminaba por entre las parejas de soñadores, lanzaba piedras al agua... No entendía muy bien el porqué de su vida. Tras cinco años de Valium, logró posicionarse como juez de la república.
Gustaba de impartir justicia, de castigar a los asesinos, a los malvados... A los que la sociedad desprecia.Una mañana como de costumbro los hombres de verde trajeron a su despacho un hombre muy curioso... Un hombre acusado de homicidio, con mirada de niño asustado y palabras directas. Mientras la comunidad de un pueblo lejano lo acusaba de haber asesinado un niño de 6 años, el hombre sólo callaba y de vez en cuando decía para sí mismo: "está en el mar".
Estaba dispuesto a fallar como de costumbre cuando a su oficina se acerco un anciano de 60 años y le dijo: "este hombre no miente, el mar me devolvió lo que había perdido". Le relató una historia sobre su esposa, enferma terminal, la cual en un impulso saltó a ese "solitario" océano y volvió nueva. Un juez no puede creer nada de eso, de hecho, nadie. Se retiró indignado presumiendo que se trataba de un testigo pagado, sin embargo, al caminar en el parque y recordar las palabras de su madre: "lo que es posible aquí, no lo es del otro lado del espejo", lo motivaron a investigar a mayor profundidad el caso.
Una mujer en el estrado decía con ira:
"ese hombre, desde que llegó al pueblo simepre fue raro. En las noches iba a una hacienda retirada y se recostaba sobre la hierba. Vivía con animales como si fueran humanos. Y me parece injusto que se meta con un niñito de seis años". Relato tras relato daban la impresión de ser "especulaciones" y por especulaciones no se condena; día tras día, el sonido del agua tenía más eco en sus oidos y en un momento de distracción escucho risas de niños. Desesperado salió con toalla y buscó en todos los lugares... Quería saber de donde venía el sonido. Atemorizado, mientras se vestía en su habitación, una pequeña fuga dejó correr un hilo del líquido transparente por ese piso blanco. Un rayo de luz golpeaba con fuerza en el ángulo perfecto para que el foco de la habitación fuese ese hilo de oro. Lo que estaba sucediendo sobrepasaba su entendimiento, tomó de nuevo las pastillas e intentó llamar al siquiátra. Al parecer estaba ocupado ¿durmiendo? Nadie lo antendería a las 5:00 AM. Tomó un taxi, sabía que manejar alterado es mala idea. Llegando a su lugar de trabajo la secretaria le dijo: "hubo un cambio, hoy vamos a comenzar con el caso del loquito". Su corazón latía con intensidad, era la primera vez que el lacónico hombre de ojos azules se atrevía a hablar:
"Caminaba por el mercado cuando de repente alguien chocó conmigo. Para serle sincero me da miedo la gente, me aterran las multitudes prefiero vivir en soledad. Miré atónito y al notar su tamaño, sus mejillas rosadas y su delicado cabello, entendí que se trataba de un niño. Hace mucho amé a alguien pero no salieron las cosas bien, he querido tener un hijo desde siempre y ese ser me hizo sentir lo que siente una madre en pleno parto. Me conmovió su historia, sus precarias palabras relataban una historia de maltratos y abandonos, en ese momento me pregunté ¿cómo subsististe? Los diminutos labios sonrieron y tornó sus ojos al cielo respondiéndome: las estrellas.
He sido asiduo admirador de neptuno, desde siempre los astros han invocado en mí la curiosidad; lo acogí como mi hijo. A pesar de sus silencios quise enseñarle los cálculos de las estrellas, pero el pobrecito ni sumar sabía. Cocinaba para él en las tardes, le hice una camita en el cuarto de al lado... Llegué a apreciarlo más que a nadie. Una mañana de cálido parecer, se acercó y me dijo: "te amo". Entonces si él no sabía sumar, yo no sabía decir esa palabra, la había olvidado por completo pero él me enseñó.
Mientras pintábamos el atardecer en la terraza, fui por pinturas, se me había acabado el naranja. Cuando regresé sentí que me atravesaban el alma. Lo vi boca abajo, había perdido la conciencia y ese hermoso tono violeta se derramo por el piso untando sus muñecas. Me desesperé y lo llevé al hospital. Una vez allí, el doctor me dijo que la enfermedad que padecía era inexplicable. En un segundo susurraba entre sus colegas: esto parece intencional ¿cómo sería yo capaz de maltratar a alguien que me enseñó la palabra más importante? Supe que llamarían a la policía, aquí es cuando uno ve la hipocrecía de una sociedad, no les importó que viviera días, meses, inclusive años en la completa miseria... Si se trataba de condenar a alguien, sí era un ser digno de ser protegido.
Lo tomé entre mis manos, lo envolví en un manto color blanco. Mientras esas pequeñas gotas de pintura dibujaban un lienzo. Intenté llevarlo donde alguien que pudiera atenderlo. Sin embargo, en cualquiera me dirían lo mismo, que no sabían qué hacer. Lo recosté sobre mi terraza, pedí a urano su ayuda. En un momento de gloria abrió con debilidad sus ojos y me dijo: "llévame al mar". Pensé que se trataba de cosas de niños. Llamé a un amigo doctor, mi único amigo de infancia... quizás simplemente un compañero. Su veredicto fue el mismo, eso no era natural, me preguntó si le daba medicamentos, a lo cual le respondí por quinta vez que no. Se fue y con la desesperación natural de un padreme senté a pensar en algo. Una lluvia de las que se dan en esa zona del país me asustó aún más. Por una gotera se filtraba un pequeño chorro de agua... Sonará ridículo, pero esta gotera era distinta, el brillo de la luna golpeaba disimuladamente con un rayo el hilo de agua y escuché una voz que susurraba: llévame al mar.
Dejarlo a él sería lo más duro que habría hecho en mi vida porque era todo lo que tenía. Por otro lado, la medicina de humanos no sabía qué camino tomar. En ese manto bicolor, en medio de la lluvia camine, desesperado, cubriéndolo del frío. Una vez en el mar... La noche azotaba con fulgor las olas y llegué a pensar que estaba loco pero Urano, porque ese fue el nombre que le puse, abrió los ojos, brillaban con tanta, o más intensidad que la luna y con fuerza se levantó. Me sentí aliviado y sorprendido, en ese instante, dijo palabras que yo nunca olvidaría: hasta hace poco, yo era sólo un mortal. Jugaba a ser mendigo, desconfiaba de la vida, conocí el dolor y la soledad... Las únicas que me guiaban eran las estrellas. Jugando con los espíritus del aire choqué contigo y conocí la felicidad. Dibujé el pasado y se desintegró todo dolor... Conocí el amor de los humanos. Estaba perdido en un mundo donde la levedad era sinónimo de insignificante, donde quizás es más relevante hablar que decir con la mirada. En una vereda, de un hombre insignificante, viviendo una vida insignificante, con pertenencias insignificantes y quizás... Un destino insignificante, fui capaz de conocer algo muy importante. Si pudiera darte algo antes de irme sería esto. Sopló sobre mi nariz y sonrió. Corría hacia el agua, como si la conociera desde siempre y a su llegada una mujer alta, de rasgos esbeltos sonrió y con la mirada me agradeció.
Volví a mi casa, confundido, perdido, absorto, inspirado, bendecido... Glorificado por lo desconocido y noté la puerta rota. Una turba había venido por mí, mi amigo, el doctor, había llamado a la policía, les dijo que había sido autor de maltrato infantil. Llenos de ira destruyeron todo y la pintura naranja, que aún estaba en la terraza se derramó. Usted pensará que soy un asesino, yo simplemente soy un amante"
Asombrado, sudando, con taquicardia, veía la incredulidad del jurado. Al no haber pruebas concluyentes dictaminó la inocencia del acusado. Sería charlatanería, un intento de engañar, o habría verdad... No lo sabía. Tomó dos cosas necesarias para viajar, la no memoria y el valor, tomó el primero vuelo y llegó a ese pueblo. Notó esas casitas humildes, las panaderías de pan duro, las piscinas comunales, los sembradíos... Caminó y caminó, miró hacia el suelo intentando encontrar respuesta a lo ridículo de su proceder. Ahora, en frente al mar, recordó a su pequeño hijo de 15 años que se suicidó después de que pelearan fuertemente. Atardecía cuando en medio de la exposición violeta del cielo, escuchó una voz, una voz familiar... Era él que con insistencia decía: ven, no tengas miedo. Ante la caida del crespúsculo, con el mismo miedo de los estudiantes en su primer día, se entregó a las olas... Olvidó que era juez, olvidó todo, volvió a ser padre en el mar.
jueves, 24 de marzo de 2011
miércoles, 23 de marzo de 2011
¿de qué sirve ser libra?
Mientras caminaba como de costumbre, por ese caminito verde lleno de árboles, dos picaflores estaban muy cerca, el uno del otro. Siempre camino a gran velocidad, a veces caculo demasiado el tiempo. Esta vez me detuve, quería verlos, quería contemplarlos, el tiempo se rompió y algo mínimo pero grande destruyó mi día a día. No sé si peleaban o se amaban, era tal la emoción que cargaban que a veces chocaban sus alas y permitían que yo estuviera muy cerca de ellos. Recordé entonces el animal de mi signo: el picaflor... muchos aleteos para poder estar en pie. Diría un amigo, el desequilibrio celestial.
domingo, 20 de marzo de 2011
Sobre depresiones y retazos de papel
Día del hombre y mi reconciliación con ellos; tendría doce años cuando una de las depresiones más grandes de mi vida cobró mi sonrisa. Lloraba la ausencia de mi hermano, lloraba en su habitación, corría a aquel parque para pretender hacer su deporte... pretendía llenar su vacío, perdí el apetito... Me sentía helado, lloraba en las clases. Me desesperaba, quería salir pronto de ese oscuro sentimiento a miseria. Todo me daba vueltas y todas las grietas de mi vida se fracturaban con fuerza. Terminé en tu oficina, contándote mis penas, quería que supieras que por dentro me quemaba y me confesaste que tú también te sentiste muerto cuando tu padre partió al cielo. Te volví a conocer y comprendí que contaba contigo. Cada vez que necesitaba salir de ese horrible colegio, llamaba desesperado y tú con tu vida llena de compromisos llegabas... Ese es el punto, llegabas... Íbamos a cualquier lugar a tomarnos un café y hablar, a veces te acompañaba a hacer tus vueltas, me sentía en paz fuera de esa cárcel llamada colegio. Comprendí poco a poco... Y una vez más lo que significaba la palabra papá. En una de esas ocasiones, fuimos a Chingaza y vimos un venado morado, con susto, tan pronto nos movimos, salió corriendo. Mi signo maya es el venado... Por primera vez... Supe lo que era tener papá.
NUNCA OLVIDARÉ QUE ME AMASTE CUANDO LLORÉ
sábado, 19 de marzo de 2011
Castaño
Si tuviese que recordar algo con imprecisión era el color de tu cabello, por la mañanas se veía tan negro y por las tardes simulaba ser rojo. Ayer mientras los destellos verdes golpeaban mis ojos, mientras esa bola de cuadritos brillantes invocaba rayos de luz... Me acordé de ti. Pensaba para mis adentros lo bonito que es que alguien llegué hasta el fondo de tu refugio. Creo que fuiste de los pocos que intentó penetrar a mi desconocido mundo, lo modificaste para siempre y si tuviera que culpar de algo quizás te culparía de haberme regalado momentos de felicidad sólo con la mirada. Mientras esa música me ensordecía, mientras los demás reían, mientras me encogía sobre el sofá... Me acordé de ti.
"no busques el amor, él es quien te busca"
Hijas de la Alegría
jueves, 17 de marzo de 2011
En los momentos de ira
Me enfurecí, cada actitud suya me motivaba a acabarlo. Pensé para mis adentros que los que se dedican a esta profesión se creen con derechos de tratar a la gente como se les antoja. Llamé a la policía, quería verlo asustado, despojado de su seguridad. Con los agentes a mi lado, persistía en su posición, dije mil cosas: que iba a recurrir a las cosas que la ley me permitía, que iba a utilizar los mecanismos legales a los que tenía derecho, entre otros. Por más de que me pidió disculpas, sonaban tan poco honestas que nacía en mí el deseo de acabarlo profesionalmente. Al final me marché, los policías también, fui lo más impertinente e insolente que se puede ser. Recordando en el camino cada palabra que dije, hubo uno en especial que me heló el corazón: "ustedes las personas sin estudio sí son lo peor". Me doy cuenta como a veces nuestros peores monstruos, esas élites que cargamos dentro, esa seudofilosofía obsoleto-burguesa sale a la luz y todo aquello que dije de la paz, de los conflictos, del amor... Se volvió trizas. Me veía a mí mismo como esos estados que desean defender su punto de vista y acaba al otro en la medida de sus posibilidades. Me convertí por unos segundos en alguien odioso... detestable. Finalmente, a unos metros de distancia y con el corazón en la mano, aunque nunca lo sepas:
"yo también lo siento, me equivoqué palabra por palabra. Espero no haya calado ninguna hondo. Dejaré las cosas así, no tiene sentido acabar a alguien que no cuenta con las herramientas para defenderse en un tribunal. No tiene sentido odiar por tan poco.
Lo siento de todo corazón"
martes, 15 de marzo de 2011
lunes, 14 de marzo de 2011
domingo, 13 de marzo de 2011
Carro
He utilizado este blog en más de una ocasión para criticar la masculinidad que rodea los diferentes escenarios de una sociedad. Sin embargo, hoy quiero hacerles honor. Ser hombre también es difícil, es una condición cargada de "deberes ser" junto con un hembrismo que lo persigue para encontrar responsables ¿un niño de tres años es responsable del maltrato a la mujer en toda la historia de la humanidad? No creo tal cosa... Me opongo fervientemente a "la cacería de brujas a la inversa" mujeres vs hombres.
Creo... Creo en los hombres que abrazan, creo en mi padre, el sujeto que cuando me recostaba a su lado me abrazaba tan fuerte cuando quería salir de la cama que me hacía sentir especial. Ése hombre que jugaba con mis orejas. Creo en el primer amor, porque mi primer amor, también fue de género masculino, el cual iluminó mis tardes, plagó mi corazón de deseos, transmutó mi vida... Creo en mi segundo amor, el cual me siguió hasta el infierno... El cual me enseñó que no hay fronteras para la vida. Creo en ese profesor de religión que en medio de las criticas que recibía a mi temprana edad por no ser el estudiante ejemplar me decía con una sonrisa del tamaño del sol "tú único problema es que hablas mucho". Creo en mi hermano, quien en los peores momentos ha sabido decir lo siento, el que me abraza cuando lloro. Creo en mi otro hermano, mi segundo padre, el piloto de sueños... iluminó mi vida y me enseñó qué era sentirse seguro. Creo en los que besan, los que aman, los que dejan que el amor los haga... Creo en todos aquéllos que no temen a hacer de su fuerte pecho un motivo de gloria... Creo en los que saben que la paternidad es algo tan maravilloso como engendrar... Creo en todos aquéllos que como cualquier mortal, obedecen al corazón y valoran la existencia.
Creo en ti hombre, me enseñaste el sabor del amor, la infancia feliz y el futuro de paz.
sábado, 12 de marzo de 2011
Senza i toui ochi
Cuando te vas, las calles se rompren y el respirar se disuelve en un vacío fugaz.
Las pantallas crecen, la vida se difumina en calles llenas de luces y despierta la ciudad nocturna
Cuando te vas, el cielo espolvorea esporas de atardeceres cada vez más intensos y los interrogantes crecen
Entre montañas, fuegos artificiales y cariños de antaño se recuerda lo que eras
Cuando te vas yace la mirada azul en la puerta sin regazo dónde descansar
La palabra invoca en plena gravedad la oquedad del agua en reposo
Cuando te vas nace la triada, pausa abierta, entregado a escapar
La palabra en boca llena de levedad, la soledad del alma, sueño piadoso...
Entre dos tierras se marchitan las piscinas donde se escribían poemas del más allá
Pensamientos diluidos en un laboratorio, en los pasillos y la ciudad
Vientre de sierras que fascinan las vitrinas donde te esprimían lemas del más acá
Sentimientos influidos en un amatorio, en los silbidos y la verdad
Ruge el león al alba las heridas del bosque
Soñadores en éxtasis cual fuego sin cesar de nube
Surge del neón al alma, tendida sobre osque
Aviadores sin catarsis, al cielo sin callar se sube
Evaporaciones de la noche oscura
Somos lunas en laguna fría
Estaciones en la dolce figura
Las dos cunas en plena algaravía.
viernes, 11 de marzo de 2011
Más allá de las estrellas, susurra mi titilar la espera...
Más allá del arcoiris, estoy yo sin máscaras ni miedos, simplemente espero.
Al otro lado del horizonte, donde quizás arrojaste un beso para trascender al alba, estoy con los brazos abiertos.
En la tarde, en ese pequeño momento donde el sol emite, como si fuese su último aliento, un rayo naranja, penetrando las paredes de los apartamentos, estoy yo, mirando al infinito.
Atravesando la noche, en los corredores entre estrellas, en la palabra no dicha, en la incógnita de la ecuación, me encuentro vibrando de manera casi secreta...
En esos momentos que no recuerdas, en las huellas que se borran, en el lamento silente, en la risa cómplice... En esas pequeñas cosas que un humano no recuerda... estoy yo.
Buscándome en las dunas del desierto, deberás ser atento, puesto que no estoy en la arena, estoy en el viento...
En lo profundo del océano, deberás ser persistente, no estoy en el agua, no en la oscuridad, estoy en el reflejo.
Todo lo que sé y no sabes, todo lo que sentí... aguarda en un lugar que aún no has soñado.
Te amo.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Después
Después de aprender qué es una zooxantela, el funcionamiento del sistema de condensación de los páramos, de comprender las celdas de convección en la meteorología, de entender que un gran descubrimiento del siglo XX es que el cambio de flujo eléctrico induce a un campo magnético, después de comprender qué es la circulación termohalina, entalpía y entropía, después, después, después de madrugar a las 4:30 AM de enfrentarme a más de un académico, de redactar... Después, después, después de renunciar a mirar los atardeceres, de renunciar a disfrutar la hierba, de llegar a estudiar a mi casa, después de todo eso he llegado a una conclusión:
Me comienzo a sentir agotado
Me comienzo a sentir agotado
Estoy que me quiebro
viernes, 4 de marzo de 2011
Paz
Hoy un hombre ya de la tercera edad, me abordó e la cale y me dio dos hojitas con propuestas para la paz y la disociación del estado y la religión. Hablamos de muchas cosas y esos enormes ojos miel se entristecieron cuando me contaron que parte de su familia había sufrido y creo yo, muerto en la guerra. También era vegetariano. Creía en Dios.
La gente de mi universidad, como siempre o tal vez como nunca, pasaba viviendo el día a día; me contó que hace tres años había decidido entregarse a esta causa, renunciando a todo empleo y que había participado en varios escenarios. Estaba cansado de "tener que dar su fuerza", me dijo que "prefería morirse sin embargo, hacer lo que estaba haciendo, lo motivaba a vivir. Me habló sobre la biblia y la dieta de frutas y vegetales, de la vida eterna y la genética, de los viejos y la guerra... Mencionó que tenía que trabajar con los jóvenes porque los viejos y sus postulados de vida, pasarán. Cuando abordaba a alguien de tercera edad, generalmente se formaban polémicas, contaba mientras cargaba esos dos paquetes de hojas, de modo que decidió llegar a la población post adolescente. Me impresionó una de sus conclusiones, cuando fue al congreso para pasar una propuesta de paz, el sujeto que recibió las más de cien cartas le dijo que con esos documentos no se hacía nada. Ante esa situación, descubrió lo obvio, ellos también se lucran de la guerra.
Unos viven con miedo, otros con angustia y los dos anteriores con héroes...
¿Cuando tendré el valor para dejarlo todo? ¿Cuado seré capaz de decir lo que quiero decir, de hacer lo que quiero hacer y de vivir lo que quiero vivir?
La gente de mi universidad, como siempre o tal vez como nunca, pasaba viviendo el día a día; me contó que hace tres años había decidido entregarse a esta causa, renunciando a todo empleo y que había participado en varios escenarios. Estaba cansado de "tener que dar su fuerza", me dijo que "prefería morirse sin embargo, hacer lo que estaba haciendo, lo motivaba a vivir. Me habló sobre la biblia y la dieta de frutas y vegetales, de la vida eterna y la genética, de los viejos y la guerra... Mencionó que tenía que trabajar con los jóvenes porque los viejos y sus postulados de vida, pasarán. Cuando abordaba a alguien de tercera edad, generalmente se formaban polémicas, contaba mientras cargaba esos dos paquetes de hojas, de modo que decidió llegar a la población post adolescente. Me impresionó una de sus conclusiones, cuando fue al congreso para pasar una propuesta de paz, el sujeto que recibió las más de cien cartas le dijo que con esos documentos no se hacía nada. Ante esa situación, descubrió lo obvio, ellos también se lucran de la guerra.
Unos viven con miedo, otros con angustia y los dos anteriores con héroes...
¿Cuando tendré el valor para dejarlo todo? ¿Cuado seré capaz de decir lo que quiero decir, de hacer lo que quiero hacer y de vivir lo que quiero vivir?
martes, 1 de marzo de 2011
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