El amor puede volverse tan egoísta y los paraísos infiernos. La memoria nunca me dejará vivir el presente mientras lo tenga que ver, el corazón se me ha llenado de ira y finalmente me he convertido en lo que nunca deseé ser. Por ahí dicen que aquello que no queremos ser, es porque nuestro inconsciente lo ansia de forma muy profunda.
Ella tenía tanta seguridad mientras estaba sentada, dispuesta a vengarse de todos, simplemente haría su justicia y transformaría su mundo, sin que siquiera le temblaran las manos. Y ahora estoy yo aquí sentad asegurando mi ira y mi resentimiento que crecen a manantiales, disgregándose por el piso, regándose y degenerando los campos floridos que antes sembré.
Hace algunos días me sentí de nuevo débil, deseando complacer a los demás. Sé que en el fondo sabes que lo único que te ha importado en la vida, excepto ciertas ocasiones, eres tú mismo. No te mentiré, fui feliz a veces, sin embargo pensaba que tal vez sólo era parte de tu misión ese estúpido abuso que cometes con los demás. En el fondo siento asco cuando veo tus relaciones interpersonales, son lo más asqueroso que puede haber, eres alguien se aprovecha de mujeres que tienen miedo a la desprotección, usas a los demás cuantas veces quieres, luego caminas plácido por la ciudad y cuando te digo lo que pienso, te insulto. Eres una víctima, siento tanta lástima por ti, se te cae el cabello, sufres de impotencia sexual y además eres un completo idiota, te crees con derecho a ser víctima cuando lo único que tienes de víctima es lo ridículo que eres.
Pobre de él, ha vivido su vida creyendo que insultando logrará enmendar sus culpas. Cuando se siente acorralado se da cuenta que es con las palabras más agudas con las que puede curar lo que hace. Poco a poco me he ido cansando de que me hieras, poco a poco me dejó de agradar lo aveturero que eres, poco a poco me dejó de gustar que no me escucharas y sobre todo lo que más odio de ti es lo sínico que puedes ser, y que además te guste ser un aprovechado. Recuéstate sobre la cama, insulta querida víctima, hiéreme, hiedes a lo que eres basura. Pero esperaré a ser lo suficiente basura como para que tengas que apretar los dientes cuando se te ocurra volver a manipular a alguien, cariño, la persona dulce que conociste que te creía todo y que se dejaba ofender por ti, que al final terminaba sintiendo culpa por tus palabras de alcantarilla, se murió. A quien tienes en frente es a quien te va a destruir, te quiero.
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